Definir
contrato psicológico necesariamente nos lleva a tener en claro lo que significa
el contrato de trabajo o contrato escrito, el cual tiene carácter legal y
jurídico, donde el empleador le presenta de manera escrita las condiciones de
trabajo que debe tener en cuenta el trabajador y que lo obligan a cumplirlas,
además que simultáneamente la empresa se compromete a cumplir lo que allí se ha
pactado. El contrato escrito es la forma legal de formalizar un acuerdo entre
las partes interesadas, en este caso el empleador y el empleado.
“El
contrato psicológico es un constructo usado como un referente para la
evaluación de las relaciones laborales, y que va mas allá del contrato legal en
la relación empleador empleado”. (Anderson &
Schalk, 1998 citados por, Chambel y Fontinha, 2009).
Teniendo
en cuenta lo anterior, se dirá que el contrato psicológico, es el acuerdo
informal entre las partes interesadas. Contrato psicológico es un constructo
que ha sido estudiado durante varias décadas, (Argyris 1960; de Levinson,
Price, Munden, Mandl y Solley, 1962; y Schein (1965) en, Gracia, Peiró y Mañas,
2007) definiendose como un “conjunto de expectativas del empleado, que definen
lo que el individuo y la organización esperan dar y recibir de cada uno durante
el periodo de su relación” (Rousseau, 1989, citado por, Rodriguez, 2009).
Además este tipo de contrato, posibilita el logro de los objetivos de la
organización, regulan su comportamiento, por medio de este vínculo entre los
individuos y las organizaciones (Robinson, Kraatz, y Rosseau, 1994 citados por, Rodriguez, 1999).
Topa,
Morales y Palací, (2005), consideran también importante los esquemas mentales
dentro del contrato psicológico, que complementan la definición conductual,
cumpliendo la función interpretativa y referencial, ayudando a las personas a
completar los vacios dejados por datos incompletos o faltantes, cuyo “modelo
mental es flexible que se desarrolla progresivamente a partir de las
experiencias pasada y guiando la integración de informaciones nuevas”.
(Rousseau, 2001, citado por (Topa, Morales y Palací, 2005).